lunes, 30 de junio de 2008

Autofelicitación


Las cámaras enseñan en cámara lenta a Juan Carlos I, Rey de España, celebrando el gol del niño Torres. Un gol de España. La primera reacción del jefe de Estado es espontánea. Se levanta de su asiento como cualquier otro españolito, con la boca abierta, los brazos gesticulando, pero un instante después recupera su, así llamada, dignidad como lo manifiesta el gesto con el que (auto)celebra el gol: se agarra una mano con la otra y sostiene ambas un momento delante de la cara, agitándolas brevemente. No hace más que darse la mano a sí mismo. El rey, agente y espectador del mismo acto. Es como si dijera: he marcado un gol. Nosotros, España, hemos marcado un gol. Felicidades, Majestad.

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