Ayer la derecha, PP y CiU, votó en contra del "Projecte de llei sobre els centres de culte o de reunió amb fins religiosos". Habían presentado una enmienda a la totalidad que fue rechazada por la mayoría de los parlamentarios.
El proyecto se fundamenta en la necesidad de regular los locales en los que se llevan a cabo los cultos religiosos dada la creciente diversidad de Cataluña. Sostienen, además, los redactores de la ley que hay un vacío legal que ha creado desorientación entre las autoridades municipales así como entre los creyentes y los autóctonos. Y, claro, si hay un vacío legal hay que hacer algo por llenarlo, no vaya a ser que la gente haga lo que quiera.
No hay nada como una conjunción adversativa, sin embargo, para que se manifieste la voluntad del legislador:
"La llicència que aquesta llei estableix no té per objecte donar permís per a l’activitat religiosa en si, que és un dret fonamental, sinó garantir que l’ús del local concret per al qual s’atorga reuneix les condicions tècniques adequades al tipus d’activitat que s’hi ha de desenvolupar."
No se quiere, dicen, emular la tolerancia del permiso (Erlaubnis) que transparenta las relaciones de poder en la sociedad, esto es, que hay unos que toleran, dan permiso, y otros que son tolerados, que solicitan permisos. La sospecha está servida, de ahí que los rufianes de las ondas puedan condenar las iniciativas liberticidas del Govern.
A pesar de que es posible que algunos de los inspiradores de esta ley sean comecuras vengativos o ateos dogmáticos, lo que es seguro es que semejante proyecto tiene, sobre todo, consecuencias burocráticas y empequeñecedoras de los ciudadanos. Todos ante la ventanilla, con los papeles en la mano, esperando el placet de las autoridades. Aunque, en realidad, tampoco hay que dramatizar, pues se trata a fin de cuentas de poner salidas de emergencia, extintores e incensarios ignífugos, como en las escuelas o los hoteles. Una vez cumplidas todas las formalidades, los fieles o socios podrán finalmente postrarse ante quien más les convenga o convenza, pues este también es un país libre.
miércoles, 6 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
"Y, claro, si hay un vacío legal hay que hacer algo por llenarlo, no vaya a ser que la gente haga lo que quiera".
Molt bona. Per això en aquest país la dreta menteix quan es diu liberal.
pues en mi opinión una regulación del uso de las mezquitas no estaría nada mal, habida cuenta de todo lo que ha pasado y sigue pasando.
esta sospecha contra la tolerancia, tan típicamente savonarólica, de la izquierda...
pues sí, qué le vamos a hacer, a menudo hay que pedir permiso, no vaya a ser que dejando hacer lo que a uno le dé la gana a alguien se le ocurra poner bombas y demás en cualquier sitio. o llamar de madrugada.
por lo demás, insisto, si por país entiende en este post Cataluña, repito que Cataluña ha dejado de ser libre, de ser democrática en cuanto comunidad autonómica a secas, no aun en cuanto comunidad autonómica del Estado español (pero casi, por qué ya me dirá qué tipo de bipartidismo es ese en el que una parte representa al 90% y la otra al 10%).
saludos.
curiosa concepción de la aritmética parlamentaria la suya, don Brotons...
la mía no, la de ustedes, por llamarlos de alguna manera, los nacionalistas, los "buenos catalanes", que desde el siglo XV han sido incapaces de sentar ningún tipo de base para la democracia, y finalmente se han quedado sin democracia.
siguen con la biga -como si la otra Cataluña, y el castellano, no existieran desde por lo menos el siglo XV-, siguen con el urgellismo estamental, el "buen catalán", los agravios, las costumbres y tradiciones, y las bases de Manresa -que tienen lo suyo de loyolismo.
por otra parte, la ruptura del principio democrático de alternancia que supone el hecho de que un gobierno suceda a otro cambiando la norma básica, es decir, de facto, que no haya sido un gobierno de alternativa bajo la misma norma básica, esto, no lo digo yo, esto es de principio.
Publicar un comentario