La información y la propaganda son el futuro. Basta mirar el margen derecho de la pantalla cuando se utiliza esa herramienta tan lograda que es GMAIL. Mediante un programa de ordenador que supuestamente no controla nadie, pues se limita a seleccionar palabras de nuestros mensajes y ofrecernos mercancías relacionadas con los conceptos que usamos, GMAIL transmite el mensaje. Ellos transmiten un mensaje al mismo tiempo que nosotros. No nos quejemos. Sobre todo, no quejarse, porque los anuncios que aparecen en el margen derecho pueden ser beneficiosos para nosotros: podemos saber que hay ofertas de hoteles en Hawai, que nuestro champú tal vez no es tan bueno como ese otro que anuncia Brad Pitt, o que si estamos solos y queremos compañía basta con apretar el botón adecuado y sentarse a esperar que suene el teléfono.
GMAIL es una buena herramienta;
GMAIL es una herramienta del capitalismo;
ergo,
el capitalismo es bueno.
Así funciona nuestro cerebro. Abducidos por lo real, nuestra imaginación ha quedado desactivada y sólo puede propagar su vacuidad virtual a los cuatro vientos. Pero el viento ya no sopla. Y el vacío amenaza con inundarlo todo.
lunes, 11 de agosto de 2008
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