martes, 7 de septiembre de 2010

Àlex Seglers In Memoriam

Este verano murió Àlex Seglers, profesor de Derecho Eclesiástico en la UAB y buen amigo. Murió, pero dejó un buen puñado de seminarios y contactos que seguirán su labor.

No nos queda otra que seguir trabajando.

martes, 18 de mayo de 2010

Pura religión

"Basta ir a un partido del Barça para darse cuenta de que estamos asistiendo a una ceremonia religiosa de principio a fin y que los apasionados seguidores que gritan, lloran y ondean sus banderas son exactamente igual que los chiítas que se fustigan en las procesiones. Pura religión. Desaparece la religión oficial y aparecen cinco mil subterráneas. Esos son los signos."

sábado, 20 de febrero de 2010

Except Spain alone

John Stuart Mill sobre la esclavitud:

"The curse of slavery has been cast out from the great American republic, to find its last temporary refuge in Brazil and Cuba. No European country, except Spain alone, any longer participates in the enormity. Even serfage has now ceased to have a legal existence in Europe. Denmark has the honour of being the first Continental nation which imitated England in liberating its colonial slaves; and the abolition of slavery was one of the earliest acts of the heroic and calumniated Provisional Government of France. The Dutch Government was not long behind, and its colonies and dependencies are now, I believe without exception, free from actual slavery, though forced labour for the public authorities is still a recognised institution in Java, soon, we may hope, to be exchanged for complete personal freedom."

(The Principles of Political Economy with Some of Their Applications to Social Philosophy)

jueves, 21 de enero de 2010

Cosas desnaturalizadas

Cosas que se leen en una página del Osservatore Romano (13 de enero de 2010):

Sarkozy sobre el velo: "No es un problema religioso, sino de libertad y dignidad de la mujer, pues el burka no es un signo religioso, sino de servilismo y humillación".

El arzobispo de Ciudad de México sobre las uniones entre personas del mismo sexo: "Noi, pastori del popolo di Dio, non possiamo obbedire prima agli uomini e alle loro leggi piutosto che a Dio e alla sua suprema legge; tutte le leggi umane che si contrappongo alla Sua legge sono quindi immorali e perverse, perché andare contro la Sua volontà porta la società al degrado morale e alla rovina".

Según obispo de Viseu, en Portugal, el matrimonio homosexual es una desnaturalización de una institución fundamental y "significa desnaturalizar la sociedad".




sábado, 9 de enero de 2010

Este producto puede contener trazas de ideología

El diario danés Politiken comenta que la, así llamada, crisis de las caricaturas de Mahoma ha salido cara. Desde que se produjeran las amenazas a los dibujantes, en especial a Kurt Westergaard, y a la redacción del Jyllands Posten, la policía ha dedicado muchos recursos a la investigación antiterrorista, y se calcula que los guardaespaldas de Westergaard van a costar 20 millones de coronas al año, algo así como 2,6 millones de euros.

Una información relevante en la medida en que se aclaren las causas de este gasto. No se puede usar la cifra para hacer demagogia, para rasgarse las vestiduras para deshonrar a los que cuestionan el valor incondicional de la libertad de expresión. Pero los periódicos la repiten insistentemente, y con ello trazan una línea entre los que están dispuestos a pensar que desde un punto de vista consecuencialista la publicación de las viñetas no era deseable, de una parte, y los que defienden la libertad de expresión por principio y consideran que ningún precio es lo bastante alto, de la otra.

Uno de los debates actuales en Dinamarca tiene como protagonista a la Sociedad por la libertad de prensa, al parecer vinculada al Dansk Folkeparti, algo así como la versión danesa del populismo del tal Anglada en Vic. Pero con muchos más votos, eso sí. Los críticos de esta sociedad sostienen que más que defender la libertad de expresión, lo que hacen es promover la islamofobia. Y que si tan preocupados están por la libertad, por qué entonces no defienden a los musulmanes que pueden perder su libertad de pasearse burkados por las calles de Aarhus.

Uno se pregunta si es posible deshacer estas discusiones desde una perspectiva filosófica sin perder de vista los efectos periodísticos de toda reflexión sobre los debates sociales. O tal vez se trata únicamente de adoptar una postura concreta y apechugar con las consecuencias. Argumentando con el olfato, persiguiendo una finalidad como si nada mejor hubiera que enredarse a discutir con el prójimo.

Si se busca una solución lo que no hay que hacer jamás es pensar con el ombligo. No hay que defender estilizadamente una determinada forma de vida, de vida buena, claro está (como hacen muchos que creen que la escritura se basa primordialmente en un yo fuerte y pagado de sí mismo). Mejor pensar en términos de justicia. Limpios de ideología.

viernes, 8 de enero de 2010

Espacio público no identitario

Algunos se muestran favorables a la prohibición de la burka en el espacio público, como se propone en Francia. Lo consideran un signo de violencia: "No es un símbolo de la violencia. es la violencia misma. De la que es perfectamente legítimo defenderse". Parece entonces que la ley que prohíbe que alguien vaya completamente tapado por la calle, que oculte el rostro en el que centramos la identidad, es una amenaza de la que hay que defenderse. No está claro, sin embargo, de qué tipo de amenaza o violencia estamos hablando: ¿la que se hace contra las mujeres que se ven presuntamente obligadas a llevar esa prenda o la que se puede ejercer cuando no se va a cara descubierta? Dicho en otras palabras: ¿es una cuestión de seguridad o de libertad religiosa?

Los expertos en derecho eclesiástico y también los representantes de las grandes religiones quisieran que se tratara de una cuestión de libertad religiosa, como si el núcleo de toda limitación de las libertades individuales debiera ser enfocada desde la perspectiva de los que ven limitada su libertad justamente a causa de su religión. Destaca el hecho de que la cuestión se ha planteado en el seno de un debate sobre la identidad nacional francesa, debate que se ha centrado en gran parte en la inmigración con todo el revuelo de imaginarios o espacios mentales que se dan en estos casos. El espacio público de la república no puede ser objeto de dominaciones ilegítimas, a él los ciudadanos deben poder acudir sin que se den limitaciones a su libertad; y en el caso de que crean acudir libremente cubiertos, entonces habrá que enseñarles que eso no es un acto libre o, más aún, que ese acto atenta contra la libertad de los demás y, por añadidura, con la del propio espacio público.

Identidad y espacio público: se diría que son palabras antitéticas. Ni identidades individuales o comunitarias, ni una identidad compartida. Ciudadanos que discuten libremente, que aceptan unas reglas previas, y que viven sin preocupación alguna en el anonimato de las caras descubiertas.

Equilibrio religioso

Según el Pew Forum (seria institución preocupada, igual que el Vaticano, por la salud de la libertad religiosa en el mundo), en Hawai el 55 % de los ciudadanos consideran que la religión es muy importante en sus vidas. La media estadounidense es del 56 %.

El dato tiene interés si se piensa que el actual presidente es de ahí. Obama representa tanto al 56% como al 44% restante. Sus invocaciones suenan religiosas y en sus discursos cita a Dios más que Bush (para quien, claro está, se trataba de un significante implícito en cada una de sus palabras y decisiones). Al mismo tiempo, Obama tiene una apariencia laica, respetuosa, dialogante. Apariencia y realidad no son palabras muy útiles en política, como lo demuestra que en ella la demagogia es la regla. Dos lenguas, dos propagandas, dos estrategias, dos cosas importantes; una forma de poder.

Este bilingüismo o viperinismo de Obama es connatural a su contexto, el cual ve atenuada su influencia política gracias a la laicidad constitucional que preside la administración de justicia. Laicidad que, claro está, no es arreligiosa, pero tampoco antirreligiosa, como quisieran los laicistas de combate o los de Mississippi.