viernes, 17 de abril de 2009

Igualdad judeocristiana de derechos

"While the founders were a blend of Enlightenment rationalists and traditional Christians, generations of Jews, Muslims, other religious groups and non-believers have all found a home in the United States. This is so because the tolerance of our system is rooted in the Jewish-Christian principle that even those who differ from one another in culture, appearance and faith still share the same rights. We believe that this principle still possesses the power to enlighten our national will."

Palabras de la Conferencia Episcopal de los EEUU en un documento en contra del aborto y de la eutanasia, que aprovechan la referencia a las "verdades evidentes en sí mismas" enunciadas por los padres fundadores. Una nación basada en derechos naturales ofrece la coartada perfecta para reclamar el origen judeocristiano de todo lo bueno, en especial, de la igualdad de derechos para todos, sean como sean, crean en lo que crean. El origen, digamos, sectario de esa constitución permite que los cristianos de toda índole, o sea, también los católicos bien organizados, reclamen un papel central para sus doctrinas. De este modo, queda garantizada su fidelidad al orden legal institucional, pero también la divergencia de este cuando las verdades ínsitas en el corazón (por Dios, claro está) le indiquen al católico que el viraje adoptado por su país es erróeno y pecaminoso. Por suerte, a pesar de lo que muchos piensen, está bien que así sea, pues lo contrario supondría la pérdida del nervio democrático de la sociedad.

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