"The plain fact is: religion must die for mankind to live.
Faith means making a virtue out of not thinking.
Religion is dangerous because it allows people who have no answers to think that they do.
The only appropriate attitude for men to have about the big questions it’s not the arrogance of religion, but doubt. Doubt is humble and that’s what men need to be.
This is why rational people, antireligious people, must end their timidity and come out of the closet and assert themselves. And those who consider themselves only moderately religious, they really need to look in the mirror and realize that the solace and comfort that religion brings you, actually has a terrible price."
Estas frases las pronuncia el cómico americano Bill Maher en algo así como un documental que estrenó hace unas semanas bajo el título Religulous, neologismo con el que se pretende equiparar a la religión con algo ridículo (religious=ridiculous). Maher se considera agnóstico, pero pasa más bien por un ateo. En el documental escoge a los fanáticos religiosos más patéticos y a las religiones menos serias, perros de paja, para patearlos a gusto y quedar como el más listo. Tiene la fortuna de tener una risa contagiosa que lo hace soportable, pero el espectáculo parece más una feria de monstruos que otra cosa.
"La religión puede ciertamente ser una cosa ridícula. No hay actividad humana que no pueda convertirse en algo ridículo, basta con repetirla bastantes veces o con mantener en alto la espada de la autocrítica. Lo es sobre todo si se subrayan las cosmogonías o los mitos. Sin embargo, la religión, sea verdad o mentira, sirve también para consolarse.
Sea como sea, lo de Maher es saludable por dos motivos. De una parte, por lo que evidencia su difusión, a saber, la ausencia de censura motivada no sólo por la legislación americana sino también porque nadie se ha atrevido a llevar su sentimiento de ofensa a los tribunales. De la otra, porque obliga a justificar de nuevo las políticas de laicidad positiva que consideran a la religión como algo intrínsecamente bueno y, por tanto, como un bien que debe ser protegido por las instituciones del Estado, o sea, las políticas sobre libertad religiosa de la mayoría de países occidentales.
jueves, 19 de marzo de 2009
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1 comentario:
Creo que una teocracia cristiana seria positiva com herramienta de cohesión solidaridad y justicia. Francament, los textos constitucionales los considero paja.
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