martes, 3 de marzo de 2009

Religiones débiles

"Ha llegado la hora de que las personas religiosas se alcen contra las religiones".

Gianni Vattimo sostiene que las religiones deben desaparecer como instituciones de poder para dejar paso a unas religiones de la compasión y del amor, religiones individuales acordes con el espíritu de los tiempos desecularizados en los que lo que cuenta es la búsqueda de sentido y de consuelo individuales apoyada en un maremágnum de tradiciones espirituales de las que el creyente postmoderno bebe libertinamente. La propuesta de Vattimo es democrática e ilustrada, y puede resultar un antídoto para las políticas de la identidad que agrupan a la sociedad siguiendo las exigencias de los mandamases del báculo que van con el mazo dando. Siguiendo esto se requieren pues nuevas asociaciones religiosas que acojan a los individuos y les permitan practicar sus ritos sincréticos y desordenados. Pequeñas iglesias de adscripción voluntaria que renuncian de antemano a imperar y que buscan ser reconocidas como lo son, los clubes privados de los que hablaba Locke. Clubes de entrada y salida libres en los que la religión ha perdido su potencial regulador y coactivo convirtiéndose en una guía que cada cual interpreta a conveniencia. Religiones débiles para los espíritus débiles de las sociedades angustiadas por las infinitas posibilidades alienantes de la técnica.

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