En la Constitución de Ecuador que, por lo visto, aprobaron los ecuatorianos en el referéndum de ayer se lee en su artículo 3.4 que uno de los deberes principales del Estado es "garantizar la ética laica como sustento del quehacer público y el ordenamiento jurídico."
Si se le pregunta a un constitucionalista europeo qué piensa de esta constitución, lo normal es oír comentarios condescendientes. Basta ver la enorme lista de garantías constitucionales para darse cuenta de que no hay manera de desarrollarlas y de que la jurisprudencia constitucional sólo puede convertirse en un inmenso galimatías. Pero, con todo y con ello, la prolijidad de los derechos o la referencia a algo tan improbable como una "ética laica" que sea nada más y nada menos que el sustento del ordenamiento jurídico, ilustran sobre la necesidad de dejar las cosas atadas por el pueblo de modo que los jueces no dispongan de espacio de maniobra.
Pero cuando se concreta tanto se incurren en contradicciones, como la que se da entre esa inefable "ética laica" y la afirmación en los artículos 68 y 69 en los que se dice que el único matrimonio es el que se da entre hombre y mujer y que las parejas formadas por personas del mismo sexo no pueden adoptar. Desde una ética laica que sea el fundamento del ordenamiento jurídico, semejantes restricciones no son defendibles (ni necesariamente tampoco rechazables). Pero uno diría que en Ecuador no están para los matices en los que se regodea el decadente Occidente. Y perdón por el tono colonialista.
lunes, 29 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
parece que en Suramérica sigue costando entender plenamente el significado de la democracia. ahora, en los países del Caribe que no son directamente una dictadura, está de moda el socialismo del siglo XXI, o sea, una paparruchada más. a modo de la Constitución española de la 2ª república, que empezaba con aquello de "los trabajadores de todas las clases", y no con "los ciudadanos" (de modo que la nación en Suramérica era y es a menudo solo el Ejército, tal como aquí pasó), esta "Constitución socialista" por lo que veo aquí y he leido pretende exhaustivamente decretar la democracia, por así decir, con la fatídica consecuencia, bien previsible, esencialmente, de anular la política, el debate político, la evolución sociopolítica de la vida en común, etc.
mutatis mutandi, el neoEstatuto desautonómico de Cataluña, no anda por caminos muy desemejantes, pero a diferencia de la desgraciada Suramérica, esto pasa en Europa y mal o peor (que sea bien, es difícil, aunque tampoco imposible)de algún modo encontrará su salida.
en Suramérica es más complicado y por eso no son buenas noticias. pasar del catolicismo sin reforma ni ilustración apenas al marxismo revolucionario hard o light, eso es todo. el frágil hilo liberal, no obstante, sigue ahí, aguantando.
quizá no sería una mala idea que el rey de España volviera a ser el rey de Hispanoamérica, a título meramente simbólico o delegado, tal como el reino Unido con Canadá y Australia. pero esto es mentar la bicha, aquí y allí.
en suma, le dejo la referencia de mi libro "Idea trágica de la democracia", que aunque solo trata de conceptos, tiene que ver con el mundo actual. su descarga es gratuita. he subido, además, otros dos libros.
http://www.bubok.com/libros/2042/idea-tragica-de-la-democracia-para-una-ciudadania-caosmopolita
saludos, ximo
Sr. Gamper:
Entonces, si le he entendido bien, una ética laica tendrá que ser una ética indefinida, perpetuamente abierta. Una ética escéptica.
Publicar un comentario